Efectos psicológicos tras la Pandemia del Coronavirus: Estrés Postraumático
La Pandemia del Coronavirus está llevando a muchas personas a vivir escenas que dejarán
una huella en sus memorias durante algún tiempo. Aquellos que han vivido en primera
persona un ingreso; los que han dejado en la puerta de un hospital a su familiar y se han
vuelto a sus casas acompañados de la incertidumbre y el pesar; o los que cada día
trabajan a destajo para sacar adelante a tantos y tantos contagiados. En menor medida,
seremos también perseguidos por la sombra del duelo, los que estamos sin salir, con las
zapatillas gastadas de andar por los pasillos y las terrazas, con las manos rojas de aplaudir
y con las gargantas roncas de cantar «resistiré».
Sea como sea, esta pandemia a nadie dejará indiferente.
En este contexto, voces expertas en el campo de la psicología, informan del efecto que
esta enfermedad va a tener sobre la salud mental.
Desde la Unidad de Obesidad queremos informaros de los posibles efectos psicológicos
tras esta pandemia.
En DSM-5, Manual de los trastornos mentales, encontramos «Trastornos relacionados
con traumas y factores de estrés» epígrafe que engloba una serie de problemas en los
que el criterio diagnóstico común es que la persona haya estado de forma explícita
expuesta a un evento traumático o estresante.
¿Que es el Trastorno de Estres postraumático?
1.- Es un trastorno relacionado con trauma o factores de estrés.
2.- Puede aparecer de forma más o menos inmediata a la consecución del evento. En
ocasiones, tras el suceso la persona no presenta sintomatología alguna. Todo parecer
haber vuelto «a la normalidad» y pasados unos meses (hasta 6 meses después) , empieza
a tener alteraciones emocionales y/o conductuales.
3.- El TEPT cursa con una pérdida generalizada del bienestar psicológico, cambios en el
pensamiento y en el estado de ánimo:
- Pueden aparecer expresiones de miedo y de ansiedad. El paciente no solo
recuerda lo que pasó, sino que anticipa eventos similares en el futuro. - Pueden aparecer estados disfóricos.
- Estados de anhedonia, de pérdida del interés hacia todo, ya sea placentero o
displacentero. - Reacciones de enfado, irritabilidad, dificultades para controlar la ira, apatía,
indiferencia, desvitalización y, en casos más severos, de disociación. - Labilidad e inestabilidad emocional y cambios en el humor.
- Recuerdos intrusivos, recurrentes y angustiosos de las experiencias vividas que
llevan al sujeto a a revivir en estado de vigilia o durante el sueño las escenas pasadas. - Conductas evasivas, como por ejemplo no querer hablar de lo acaecido, evitar
volver al sitio donde pasó, o tomar distancia de los demás. - Desinterés, falta de empatía y de sintonía con vivencias positivas.
- Problemas en el sueño y en la concentración.
¿Qué consecuencias puede tener?
La sintomatología puede recorrer un amplio espectro. Es decir, el sujeto puede presentar
los síntomas de forma más o menos intensa. Y, en función de esto, podrá verse afectada
la vida del paciente a nivel personal, social y/o laboral en mayor o menor medida.
El TEPT es una enfermedad mental que se desencadena a partir de una situación extrema
y que puede llegar a generar bastante disfuncionalidad en el paciente.
¿Qué medidas se deben tomar?
- Pedir ayuda a profesionales de la Salud Mental.
- Hacer terapia psicológica en la que el paciente aprenderá estrategias de autorregulación
emocional. Y, dependiendo de la gravedad del problema, ir a terapias combinadas en las
que se le recomiende medicación. - Y adoptar hábitos saludables de vida. Hacer ejercicio diario y, a ser posible, al aire
libre, para combatir los estados de ansiedad.