13º Jornada sobre Transtorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

El pasado 16 de diciembre tuve la oportunidad de asistir a la jornada que sobre el TDAH organizan cada año en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Un nuevo encuentro con los avances científicos sobre un trastorno que tanto malestar genera a los que lo padecen y a quienes les rodean.

En este jornada se han enfocado las ponencias sobre todo hacia el mundo del adulto.

Merece la pena que nos planteemos la repercusión de este trastorno del neurosdesarrollo ya que según han comentado varios participantes, el TDAH es la enfermedad comórbida más frecuente en los Trastornos de la conducta alimentaria y en los Trastornos por abuso de sustancias.

Los doctores proponen, con gran juicio y desde su amplia experiencia, que se indague en pacientes con este tipo de trastornos sobre la posibilidad de que exista en su historia clínica un latente TDAH. Es decir, la raíz del problema encontrado en la adolescencia y la etapa adulta, la causa del abuso de las sustancias o de los problemas en la ingesta, según afirman, es este Trastorno del Neurodesarrollo que no fue evaluado, diagnosticado y tratado en su momento y que después ha ido asociándose a otros problemas.

La mayor parte de los conferenciantes están a favor de los tratamientos médicos. Que vaya por delante en este sentido mi opinión: yo estoy a favor de la medicación, pero como respuesta cuando hayan fracasado otros medios.

El único de los expertos que ha insistido en la necesidad de los tratamiento combinados ha sido el doctor Alberto Fernández -Jaen.

Según mi criterio, se está abusando de la medicación sin que esta vaya acompañada por la intervención de expertos en neuropsicología que puedan realizar, desde el ámbito clínico, las intervenciones necesarias para el bien de los pacientes (sea cual sea su edad), sus familias y su entorno.

Este es el caballo de batalla: la implicación del entorno.

En etapa infanto-juvenil, evidentemente, nadie está más interesado que los padres en que sus hijos salgan adelante y nadie está más interesado que los profesores en que sus alumnos se comporten adecuadamente y no distorsionen el curso de sus clases.

Por otro lado, saber que tomar medidas preventivas puede evitar problemas futuros es una reflexión que nos debería llevar a activar protocolos de actuación.

La psico-educación es necesaria.