El ataque de pánico es una situación en la que el paciente siente realmente que va a morir. Se produce por una falta de conexión entre las cadenas neuronales que trasmiten información desde el sistema límbico a la corteza prefrontal.
El mecanismo es el siguiente:
- El sujeto, ante algún estímulo elicitador de origen interno (pensamiento, anticipación) o externo (situación social, laboral, cotidiana, etc.), siente un miedo extremo.
- Su sistema límbico se activa de la misma forma en que lo haría ante un peligro real, y se prepara para emitir respuestas de autodefensa, es decir, para huir o atacar.
- Es la corteza prefrontal la que debería emitir un mensaje de calma, indicando que no existe razón para activarse. Cuando esto no ocurre la secuencia de acontecimientos es muy dolorosa.
- Se producen manifestaciones fisiológicas como taquicardia, ahogo, enrojecimiento, sudoración, descomposición intestinal, sensación de incontinencia de la micción, temblor.
El problema es que, generalmente, el paciente comienza a hacer cadenas de asociaciones con otros momentos o situaciones en los que teme que le ocurra lo mismo. Esto le lleva al aislamiento. Su respuesta es cada vez más restrictiva, llegando en algunos casos a no poder salir de la casa.